Orgullo de amiga
Sempre soupen que o lograrían... ¡claro que si! poque se non o conseguían elas... ¿quen podía logralo?
NORABOA CRIS E PAULA GARGALLO!
25 febrero, 2010
24 febrero, 2010
Al otro lado del telón de acero
Es mentira. Yo siempre estoy del mismo lado. En los pupitres. Por debajo de esa tarima a la que los profesores y sus explotados suben con el único objetivo de sentirse superiores.
Pero esta vez fue diferente. En el lateral de esa tarima (nunca subida a ella) estaba Paula. Mi amiga. La que me ayudó a estudiar el examen. La que escribe en este blog.
Habíamos quedado en no cruzarnos la mirada en todo el examen, pero no cumplimos con nuestra palabra. En los cinco primeros minutos, los únicos que estuvo allí, me repartió los folios, me repartió el examen y le puse una cara de "vamos allá" que ella entendió como "hostia puta".
Luego abandonó la clase por orden expresa de su jefe hasta las 6, momento en el que entró y salió en un visto y no visto (literalmente, porque yo no la vi salir)
Mientras, yo estaba con mi examen. Avanzando con dudas y con ayuda.
Resulta que el jefe de Paula se confundió en el enunciado de un problema. Se dio cuenta una hora después de empezar el examen. Yo veía que algo no cuadraba, pero a pesar de mi experiencia en estas lides, sigo confiando en que los profesores hagan su puto examen antes de ponérnoslo a nosotros. Soy un tío inocente. El caso, que como se confundió nos dejó más tiempo del previsto.
Contesté a todo. Salí contento. No hablé con nadie del examen. Hasta que Paula me lo pidió y ya me bajó el ánimo. La pobre no se da cuenta de que ya estoy curado de espanto, que he suspendido más exámenes de los que vosotros habéis hecho en vuestra vida. Juntos.
Pero sobre todo, olvidó una máxima que me lleva acompañando durante 7 años, y aunque no es un flotador siempre consigue arrancar alguna sonrisa, que es lo que más me importa.
"Los parciales son para maricones"
¿A que lo ha conseguido?
Pues a seguir estudiando, que los exámenes aún no han terminado.
Y yo seguiré dónde siempre. En los pupitres. En el lado más feo del telón.
22 febrero, 2010
De vuelta en la carrera
A las 16:30 empezaba el examen parcial de Física Cuántica. Llegué justita de tiempo y muy nerviosa. En la puerta un montón de gente -- entiéndase montón restringido al ámbito de la Facultad de Física de la USC, del orden de 40 personas--. El profesor llegó puntual, todo el mundo se sentó donde creyó oportuno.
Me temblaban las piernas e intentaba controlar la respiración para tranquilizarme. Se hizo el silencio, el profesor se acercó a mí y me dijo: "Bueno, ahora repartimos el papel, tú a esa mitad"... Efectivamente señores, esta vez estaba del otro lado, ¡era la pringada que reparte los folios y vigila para que los alumnos no copien!
Y, sin embargo, fué como volver a ser estudiante. El jefe me pasó el examen e hice el típico repaso rápido, que te permitía saber en 5 segundos si ibas a aprobar o si no tenías nada que hacer. La verdad es que me dio la impresión de que suspendería.
Para hacer todavía más extraña la situación, Jaco sí que se presentaba. Así que pasamos de hacer algún que otro problema juntos preparando el examen a no poder apenas mirarlo; para que los demás no vieran ningún tipo de trato de favor. Eventualmente fue lo que sucedió, porque el jefe decidió a los 15 minutos de empezar que ya no me necesitaba y que podía volver al trabajo.
Salí de allí con una sensación muy rara, será que me estoy haciendo mayor.
17 febrero, 2010
Nitis
Para mí Nitis es el personaje de un cuento infantil. Esa niña ingeniosa y traviesa de los libros de la biblioteca del sótano, la de las colchonetas al fondo.
La recuerdo escalando montañas con forma de árbol; haciendo piruetas en la cuerda floja de un circo abarrotado de espectadores; corriendo como el viento para escapar de los malos; resolviendo misterios; tramando planes... Es imposible pensar en ella y no esbozar una sonrisa.
Pues resulta que nuestra niña de cuento ha crecido ya, hoy cumple 25. Los peligros a los que se enfrenta ahora son ligeramente distintos, pero no me cabe duda de que los vencerá sin problemas, porque sigue teniendo el mismo espíritu que tenía cuando nos conocimos en un aula de preescolar hace casi 20 años.
¡Muchísima suerte aventurera!
16 febrero, 2010
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